domingo, 9 de octubre de 2016

Las piezas en el universo ya están jugadas... ¿O no, y a quién le importa? (Determinismo o Libre albedrío visto desde la Antropología) - Pt. I.

*Este tema constará de varias entradas. Trataré de ordenarlo de forma categórica en el futuro; por ahora va a ser una serie dividida, en función de la información, conocimiento y redacción de mi creación intelectual*.

En este post, se va a tratar un tema que ha dado mucho de qué hablar, sin siquiera entenderse con detalle; y algo que invita a la confusión: se le interpreta tergiversadamente, en aspectos incongruentes respecto al objeto de definición en su marco conceptual. Es fácil entenderlo de muchas maneras distintas, pero trataré de definir cada objeto con precisión y ejemplificación (si la calidad de explicación no es la prometida, es porque está el sitio apenas en construcción; pero de que mejorará, mejorará). Hablo de las dos hipótesis de la causalidad más osadas en Filosofía y en la Física: el determinismo y el Libre albedrío.

Además de intentar explicar la consistencia de tales conjeturas y sus orígenes, junto al contexto, áreas de conocimiento e implicancia de su objeto fenomenológico de estudio, voy a dar mi propia observación acerca de lo que significa para el ser humano, y cómo nos afectarían de ser cierto algún caso de esos. Bien:

En principio, el objeto de hipótesis (definiéndolo a groso modo), es la dinámica de la naturaleza a través del tiempo, su evolución. El punto específico aquí es su modo de cambiar: cómo es la relación entre las causas y sus efectos. Este punto es esencial, pues de esto se definen ambos conceptos.

  • El determinismo define que todo el curso de un sistema está absolutamente sellado por sus condiciones iniciales. Esto se comprende con naturaleza y facilidad por el paradigma del destino. El determinismo es intuitivo hasta cierto grado, pues se abduce, mediante el principio de causa-efecto, que todos los hechos actuales son resultados de otros hechos, y éstos lo han sido, a su vez, de otros, y demás. El principio más primitivo del determinismo es, justamente, la creencia de que existe una sola cadena de causalidad vigente y posible: todo está predestinado, según la teoría. 
 Imaginar a los hechos de la realidad cómo uno solo detrás de otro solo, ocurriendo todo a través del tiempo, tal cómo una fila de fichas dominó, que caen en sucesión: efecto dominó.

CC por Enoch Lai, Wikipedia.org
CC por Enoch Lai, Wikipedia.org

 Esta conjetura filosófica adquirió nuevas características con su evolución científica: en la Mecánica Newtoniana, el lenguaje matemático y las Leyes bien definidas acerca de la naturaleza de la cinemática de los cuerpos celestes, llevaron a cualquier intérprete a darle diversas condiciones, o concederles ciertos grados de libertad al significado de las fórmulas. Explicando:

  • Las ecuaciones pueden representar operaciones con los valores de ciertos parámetros. En las matemáticas, tanto el álgebra como la aritmética, y toda otra rama, es traducida a un lenguaje lógico. Al momento de establecer qué variables se relacionan y cómo en una fórmula, ésta puede mostrar las condiciones por sí misma, en parte: Para casos cómo los campos de fuerza, se han tenido qué complementar las teorías con espacios vectoriales y otros conceptos más (expondré de este tema a detalle, en el futuro): Un buen ejemplo es observar lo que implica establecer una condición o no hacerlo en Geometría analítica, respecto a los espacios:
  • Aquí tenemos una inocente ecuación de la circunferencia:

  • Pero, esta siguiente, con un diminuto pero decisivo ajuste, pude crear una fórmula para un círculo:

(Ecuaciones, cortesía de codecogs.com)

Toda la explicación anterior, puede introducirlos a cómo es que algunos científicos desarrollaron ideas filosóficas, y lo hacen en la actualidad (con más vigor y frecuencia). La cosa va a así respecto al tema del determismo: La mecánica clásica impone algunas condiciones; todas en las Leyes de Newton, la relatividad galileana y en otras suposiciones vagas e intuitivas acerca de fenómenos no asociados a la cinemática y la fuerza de los objetos (fenómenos cómo el problema del Aether, la radiación de cuerpo negro, y la teoría atómica, no se podían entender con sólo las leyes de Newton ni con ideas intuitivas).

Uno de los grandes del siglo XVIII cayó en el terreno de la especulación:

El creador del Determinismo científico fue, ni nadie más ni nadie menos que Pierre-Simon Laplace. Suena curioso y hasta irónico que él tuviese tal creencia basada en la Mecánica Clásica (que no se le culpa: cualquiera con tremendas teorías se dejaría llevar por la tentación de creer), cuando fue el creador de la Probabilidad como Ciencia (la cual es la más pertinente, para cuando la certeza de las variables de un sistema es imposible). De hecho, él creía que, incluso los seres vivos, los animales y toda la humanidad misma, junto a sus fenómenos de naturaleza diferente al objeto de estudio de la Física en aquellos tiempos, eran otros cuerpos más en sometimiento de las Leyes de Newton, y de alguna manera, éstas permitían toda clase de fenómenos exóticos, cómo la vida y los problemas filosóficos humanos mismos: la vida humana.

¡¿Se lo puede imaginar?! Pongamos un ejemplo de lo que se plantea: la comida que va a digerir es la que conseguirá. ¿Hecha ya en un restaurante? ¿Preparada por usted mismo? Esas preguntan carecen de importancia ante el concepto: lo importante es que, seguramente, la fuente de comida tiene su causa. También la tuvo nuestro nacimiento, y nuestras experiencias más intensas, amargas, felices, ¡primordialmente condicionado TODO ESO por la naturaleza MISMA! ...

Eso permite especular algunas cosas que no son necesariamente ciertas, cómo, quizás, la conclusión más común del Determinismo respecto a la humanidad:  la libertad es una forma indetectable de ilusión. Todo está definido según la hipótesis, y nuestra capacidad de elegir es algo ya definido en la naturaleza, así como tus éxitos y fracasos; tragedias y bendiciones. De ser cierto, a muchos les parecería crudo, triste, decepcionante (cosa que no creo, aún si fuese cierto, cosa que explico más adelante).

Pero, ¿La existencia de un solo destino implica que no exista la capacidad de decidir? Deben de ser perspicaces con la respuesta. Sea una ilusión o no, ¿A quién le importa? Si ese es nuestro destino, si estamos condicionados a los lastres del pasado del universo sobre nosotros, entonces, ¿Parte de esa ilusión llamada destino es también nuestra deliberación, nuestra fuerza y deseo? Hay que dimensionar algo antes:
  1. El destino es el único conjunto de eventos que ocurren en el universo, y según el determinismo, ocurrirán. Si no podemos saber nuestro destino con nuestra limitada condición actual, eso implicaría que el intento de todas nuestras predicciones fuesen aproximaciones que podrían carecer del sentido en algunos casos diversos, cómo en esos en los cuales el destino es trágico, por decir un ejemplo. Pero la realidad se comporta de forma, demasiado extraña y más impredecible que lo esperado...
  2. Parte del fenómeno de la vida y el ser humano son algo más complejo e impredecible que un tiro, de esos parabólicos que se estudian en Física clásica.
Para estos casos, también se debe recordar lo que comenté al principio: cómo es la relación entre las causas y sus efectos. Todo en lo que pensó Laplace acerca de las ecuaciones de Newton, fueron simples eventos constantes, proporcionales, de fácil análisis; lo más evidente. Es decir: su clase de universo debe corresponder a uno en el que ocurre una relación "lineal" basada en condiciones iniciales e inalteradas: las únicas en dictar el desarrollo del sistema. En un intento por abarcar sistemas deterministas con condiciones más sofisticadas, como los fenómenos meteorológicos o los problemas humanos, se optaron por los sistemas caóticos, con un ejemplo verán cuanto cambia el paradigma con este principio insospechado al principio:

  •  Para que fuese posible conocer todo lo que ocurriese en el futuro, hay que estar de acuerdo en que, es necesario que las condiciones iniciales fuesen las únicas que influenciacen el destino del sistema al que corresponda (el universo en la máxima expresión). 
  • Pero, ¿Qué tal si los sistemas exigen un mayor número de información, ya que ocurren eventos resultados de causas continuas y dinámicas?
Podrías pensar que con unas variables y unas ecuaciones, podrás saber qué condiciones nuevas se crean en cada evento de la evolución. Y, quizás sea cierto, pero no puede ser, entonces, tal cómo se predijo al principio: "con los parámetros iniciales, se define el universo y su causalidad". En cada momento, cada fenómeno afecta a otro con sus propias condiciones, sin ser un necesario efecto dominó, sino quizás, una torre de naipes, o un tablero de ajedrez con box (véase Chessboxing). Ello si permite una gama continua de nuevas posibilidades, nuevas y no predecibles con los parámetros iniciales por sí mismos. Acabamos de entrar, gente, a lo que se conocen cómo Sistemas caóticos y dinámicos. Hablaré de ellos en otro post. Por ahora, reflexionen acerca de todo lo discutido. Agradecería que comentaras y debatieras: sería una acción solidaria y prudente de tu parte.

Ejemplo de sistema dinámico: se estudian mediante Ecuaciones diferenciales no-lineales.
(Aportado por F=q(E+v^B), Wikimedia commnons)



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